Emprendamos Juntos un Viaje a la Introspección y Reflexión

A la flaca, ay flaca, ¿cómo sería un beso tuyo?
He rozado tu mano y en tus gélidos dedos he encontrado mi paz.
¿Será eso mismo lo que me hace abstenerme de ponerme contigo en un abrazo eterno?
Mi paz, la muerte. Mi caos, la vida.
Vaya dilema.​

Mi cabeza gira y gira, ronda siempre en los mismos rincones empolvados.
Pongo los discos viejos y limpio las fotografías.
Me fumo un cigarro mientras le abro la ventana a la nostalgia,
quien siempre llega con flores hermosas para que la recuerde cuando no esté presente.
Me gusta charlar con ella, entiende cómo me siento y recordamos tomadas de la mano mientras tomamos una copa de vino.
Después, observamos el atardecer y se marcha tras darme un beso en la mejilla,
dejándome la luna entre las estrellas, tan alta, tan inalcanzable y tan hermosa.
Y yo, tan sola con nadie con quien hablar más que conmigo misma.
Y yo tan cerca.​

A veces siento que naufrago y no sé cómo regresar incluso si llego a tocar tierra firme.
A veces siento que todo fluye y nadie influye.
A veces todo se siente mucho y llorar es lo único que me sale a hacer.
A veces nada se siente y me recuesto sobre mi espalda a observar el techo.
A veces estoy tan apática que ni yo misma quiero mi compañía.
A veces soy tan feliz que radio.
A veces me miro en el espejo y no reconozco a quien me devuelve la mirada.
A veces me miro en el espejo y la mujer que me mira desde el otro lado me desaprueba, distorsionando severamente mi propia imagen.
A veces esa misma mujer me ama, me respeta y me valora tal y como soy.

A veces todavía lloro hasta quedarme dormida,
a veces toco la almohada y duermo tranquila,
a veces leo e imagino un mundo distinto al mío,
a veces escribo para compartir mis mundos,
a veces siento el peso del mundo sobre mis hombros,
a veces me siento tan liviana como una hoja,
a veces fumo ansiosa, a veces fumo y río,
a veces callo cuando debería gritar,
a veces grito cuando debería callar...​

Me enfrento a mí misma día con día, librando batallas con pensamientos que lo único que quieren es verme derrumbada,
ganar la guerra que tiene lugar en mis adentros...

Presta atención a esto que te digo,
no creas jamás en la ilusión primera de una estrella fugaz con promesas de eternidad,
se irá más rápido de lo que apareció en el cielo,
opacando a las demás estrellas por no ir a su misma velocidad...

Bebo vino tinto para que mi corazón tenga que bombear.
Respiro aire contaminado para que mis pulmones tengan un pretexto.
Leo historias que me gustaría que fueran las mías...

Vela, agua, incienso, fotografías, calaveritas, pan de muertos, sal,
cruces de cal, su comida favorita, su bebida predilecta, sus vicios más eléctricos...

Te fuiste el día en que los demás espíritus de peluditos pasaron a saludar.
¡Qué paz me da saber que tu camino a mi clan estuvo tan acompañado!...